Ella vela por mí como la cajetilla a un cigarrillo. Es la caja madre de mantas y zapatos. Ella se empapa del sudor de mis deseos, del olor de mis miedos. Es el portátil con patas y pamela. Nadie se resiste a ti, siempre tan generosa que quitas el peso de mis pies.Sigue leyendo «Oda a la cama»
