Para siempre

El gato negro me retó yo que camino derecho siempre ante un envite… terminé sordo y magullado con un pagaré a sesenta años. Tan flacos de memoria como empachados de escepticismo. Podridos de «mejor otro día», de despedidas de un casado con su secundaria querida. Viajaste a un lugar oculto fuera de cobertura, sin direccionesSigue leyendo «Para siempre»